Papas masones
Los Papas Masones
Para que no quede duda en el sentido de que la Francmasonería no se encuentra reñida con la religión, ni del tipo de enseñanzas que dentro de la Hermandad se adquieren, señalaremos que el Papa Pío IX fue Masón conocido en el mundo profano como JUAN FERRETI, hemos de aclarar que al ser elevado a sumo Pontífice, desde un tiempo antes, había decepcionado a la Hermandad y el 9 de noviembre de 1846, publicó una encíclica contra la francmasonería.
¿Que justificación tuvo JUAN XXIII, para decretar la abolición de las Bulas excomulgatorias que hasta antes de su arribo al trono de San Pedro aun tenían vigencia?
En el año 1935 ANGELO ROCALLI, Arzobispo de Mesembria, delegado Apostólico en Turquía, por los tiempos de la guerra que corría, al igual que otros sacerdotes y religiosos, se ven obligados a vestir ropas de laico. Es precisamente en esa época en que es invitado a ingresar a una sociedad iniciática heredera de las enseñanzas ROSACRUZ y, que tanta fuerza le dieran en el pasado LOUIS CLAUDE DE SAN MARTIN el CONDE DE SAINT GERMAIN y el CONDE DE CAGLIOSTRO.
Pier Carpi, serio investigador periodístico y en un tiempo fuerte detractor de todo tipo de sociedades iniciáticas o secretas, es él, paradójicamente, quien habría de encontrar en el transcurso de sus pesquisas, las pruebas documentales de la iniciación masónica en Turquía de ANGELO RONCALLI (PAPA JUAN XXIII). Este gran periodista relató el proceso de esa iniciación y describe ampliamente el Ritual de la misma. Así mismo cuenta que en una de las Tenidas celebradas en Logia abierta, ANGELO RONCALLI cae en un trance místico de larga duración y es precisamente en estas circunstancias cuando dicta sus ya famosas profecías.
Los detalles de esta historia se encuentran en la obra “Las Profecías de JUAN XXIII” de Pier Carpi y publicada por ediciones Martínez Roca (España).
El Gran Maestre de la masonería italiana, LINO SALVAN, médico socialista, ha sido frecuentemente identificado como portavoz más escuchado de la organización masónica dentro del Vaticano y uno de los artífices de la paz entre ambos dominios, en septiembre de 1976.
Nunca se supo porque Pío XII le negó siempre a GIOVANI MONTINI (PAULO VI) el cardenalato. El 24 de noviembre de 1958, 20 días después de ser elevado al trono de San Pedro, ANGELO RONCALLI (JUAN XXIII) nombra 23 nuevos Cardenales entre ellos se encuentra GIOVANI MONTINI.
JUAN XIII en 1960 da su anuencia para que se proceda a que se realicen estudios sobre las sociedades esotéricas e iniciáticas y sus relaciones con la Iglesia. Durante el transcurso de las investigaciones se detectó que las claves de los TEMPLARIOS, ROSACRUCES, Organizaciones MASÓNICAS y MARTINISTAS, nunca se extraviaron o se perdieron para siempre, sino que de vagar de una organización a otra, siempre estuvieron celosamente guardadas en el seno de la propia Iglesia.
En el pasado existieron pontífices que tuvieron una estrecha relación con sociedades esotéricas y de tradición eminentemente ocultista, como lo fueron BENEDICTO IX (1032 – 1034) BONIFACIO VII (984 – 985).
Fueron católicos y fieles practicantes los más grandes maestros de la tradición esotérica de alta escuela: NOSTRADAMUS (Ocultista y Astrólogo); CORNELIO AGRIPPA (Ocultista y esoterista); SAN ALBERTO MAGNO (astrólogo); SANTO TOMAS DE AQUINO (mago blanco y discípulo de Alberto Magno) LEONARDO DA VINCI (mago, esoterista, ocultista y diseñador).
En el caso muy particular de CAGLIOSTRO que fue perseguido por la Inquisición, siempre defendió la íntima relación y validez entre lo esotérico y lo exotérico. Prosiguió los debates teológicos con el respetado Gran Maestro MANUEL PINTO de FONSECA, a cuya presencia le condujeron el alquimista Fray UMILE y su guía espiritual ALHOTAS. Debate que continuaría con el Papa CLEMENTE XIII, del que se hiciera gran devoto y amigo.
La prueba vital de que existe más información sobre esoterismo, magia y ocultismo y Francmasonería en bibliotecas no masónicas, la tenemos en la persona de ALPHONSSE LOIS CONSTANT, mejor conocido entre los estudiosos de esoterismo como ELIPHAS LEVI ZAHED, el cual estudió y se ordenó sacerdote en el seminario de Saint Sulpice. Por esta situación tan especial, tuvo acceso a todas las bibliotecas de conventos y seminarios de la época.
El hecho de poseer una amplísima cultura y el de hablar varios idiomas le facilitó el poder consultar antiguos y raros documentos que supuestamente la inquisición había hecho pasto de la llamas.
Por esta razón y su espíritu liberal, pronto fue considerado como peligroso dentro de la propia iglesia católica. Siendo repudiado por ella en el año 1841.
Perteneció a diversas organizaciones masónicas, entre las que podemos enumerar “LA FRATERNIDAD MASÓNICA DEL GRAN ORIENTE DE FRANCIA”; “LA HERMANDAD DE LA LUZ” y la “SOCIEDAD ROSACRUCIANA DE ANGLIA”.
Después del resultado de las investigaciones ordenadas por el PAPA JUAN XXIII y complementando los estudios de LEVI ZAHED, daría inicio al proceso que condujo a la eliminación de las BULAS de excomunión de la FRANCMASONERÍA.
En esas líneas se dice por ejemplo que los masones "maquinan abiertamente y en público la ruina de la Santa Iglesia", que "hablan continuamente de su empeño por la civilización" (¿les suena?), que "se trabaja tenazmente para anular en la sociedad toda ingerencia del magisterio y autoridad de la Iglesia, con persecuciones y ofensas", que "la única educación que a los masones agrada, es la que llaman laica, independiente, libre; es decir que excluya toda idea religiosa", que "hubo en la secta masónica quien dijo públicamente y propuso que ha de procurarse con persuasión y maña que la multitud se sacie de la innumerable licencia de los vicios, en la seguridad que así la tendrán sujeta a su arbitrio para atreverse a todo", que "apresuradamente se corre a cambiar la naturaleza del matrimonio en unión inestable y pasajera", o que "comenzaron a influir sobremanera en los Gobiernos".
Desde 1884 hasta hoy ha llovido mucho, pero debo reconocer que lo apuntado más arriba me trae a la cabeza un no se qué de actualidad que queda balbuciendo, un atisbo de demasiadas coincidencias. Y uno hace tiempo que ha dejado de creer en las casualidades. José Luis Rodríguez Zapatero es masón (Ricardo de la Cierva dice que lo es, y que lo tiene documentado). Actúa como tal, con una política radical y sectaria, que no es precisamente lo mismo que una política honesta de izquierdas o socialdemócrata. No gobierna para todos -el bien común-, gobierna para los suyos, exclusivamente. Incluso para si mismo. Y sus melifluos gestos de gobernante novel no responden a sus palabras jamás. Debiera recordar lo de Gracián (un jesuita, vaya por Dios): "Malo es, no teniendo palabra buena, no tener obra mala; peor, no teniendo palabra mala, no tener obra buena".
Sí, tengo la convicción -como muchos otros ciudadanos- de que la masonería tiene un peso importante en la ejecutoria de este pálido gobierno. Y yo me lo tomo en serio. Por cristiano y porque amo a mi país.
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